Como cada año, vas creciendo. Por dentro claro está.
Cada vez hay más obstáculos, preocupaciones, retos y miedos. No soy tan mayor aún, pero ya creo saber que el arte de vivir consiste, entre otras cosas, en saber superarlos o al menos sobrellevarlos.
Hay que echarle cara al asunto, hacerse un escudo contra ellos y obligarse a uno mismo a conseguir la meta aunque moleste. Es ciertamente incómodo salir de la zona en la que todo es sencillo, controlable, la famosa "zona de confort". Esa zona en la que te sientes grande y puedes manejar la situación. Sin embargo, sé que en cualquier caso, salir de ella te hará crecer. Tanto si lo que te espera es un fracaso como un éxito.
Cuando salgas, llegarás a un lugar grande. Te verás solo contra todo lo difícil y contra muchas inseguridades. Con cada paso que des, seguro que consigues controlar cada vez más y más esa zona. Al mismo tiempo, conocerás gente, culturas, lugares e incluso puede que descubras algo de ti mismo.
Que nadie piense que no me cuesta el esfuerzo salir de mi zona confortable. Incluso al escribir estas palabras tengo que autoconvencerme de ellas. Y es que es así, tengo que recordarlas para poder avanzar.