sábado, 10 de septiembre de 2011

Frágil

Sientes dolor… es un dolor intenso, te consume por dentro. Al principio es rabia, es furia… son ganas de volver a atrás o de que todo fuese distinto…sientes que tienes que arreglarlo como sea, no puedes vivir así. Eres inestable, a punto de caer porque no está esa persona…la que te comprende y  te conoce y a la que amas o al menos has amado…
Cuando comprendes que ya no puedes hacer nada y comienzas a intentar seguir con tu vida, llega un dolor aun más intenso…el del vacío. El vacio que te corroe, que te convierte en un ser inerte incapaz de sentir nada más. Piensas, ya no soy la misma persona, no puedo serlo. Me han arrancado una parte de mi ser…
Pero pasa el tiempo y las lágrimas que antes caían noche tras noche por tu mejilla cálida y húmeda se secan. Ya no lloras o al menos ya no tanto. Empiezas a ver que hay más gente a tu alrededor. Que tú puedes solo que eres alguien, que eres un individuo único e inimitable. Vuelves a ser tú y te gusta esa sensación. Comprendes ahora que todo puede desvanecerse como por arte de magia de la noche al día y que por ello hay que disfrutar de cada cosa que nos ofrece la vida, como si fuera lo último que hacemos. Todo puede superarse, es cuestión de intentarlo, de luchar y de ser fuerte.

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